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Nombre científico: Blennius gattorugine Blennius ocellaris Blennius tentacularis
Es el pez de mi infancia, el pez con el que aprendí a pescar y el pez que luego persiguió mis anzuelos durante años, por mucho que yo tratase de evitarlo.
La babosa, también llamada moma, rabuza, cabruza, etc., es un pequeño pez que pertenece a la familia de los blénidos. En realidad, con estos nombres vulgares se designa a varias especies muy similares, a todos los blénidos marinos que moran en nuestra franja litoral.
Son peces de escaso tamaño, sin ningún valor comercial ni gastronómico, que habitan en las zonas menos profundas de la costa. Pican a cualquier cebo de origen animal y su presencia puede constituir una pesadilla para aquel que pretenda capturar otros peces.
El nombre de babosa se debe a la mucosidad que reviste su piel sin escamas, quizás uno de los rasgos más destacados de cara a su identificación.
Como iba diciendo, este pequeño y feroz pez constituye a menudo la primera captura de todo pescador:
- Chaval, ¿qué estás pescando?
- Babosillas nada más...
Los miles de niños que invaden todos los veranos nuestros puertos y espigones con sus infantiles equipos de depredar, no pueden estar equivocados: las babosas les esperan resignadas, dispuestas a tragarse el anzuelo hasta lo más profundo y a ser destripadas por pequeñas manos. Así hemos comenzado muchos y a este pez le debemos nuestras únicas capturas de la infancia.
Así que, aunque no se coma y pueda ser un estorbo para quien aspira a mayores piezas, cuando pique debemos tratarlo con cuidado y devolverlo vivo al agua siempre que sea posible.
Aunque sólo sea porque es el pez de los niños.
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