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Nombre científico: Solea vulgaris
Francés: Sole
Inglés: Sole
Portugués: Linguado
Italiano: Sogliola
Alemán: Seezungen
Catalán: Llenguado
Es el rey de los peces planos, tanto por sus virtudes culinarias (sólo superadas por el rodaballo) como por su relativa abundancia.
A esto contribuye que, en determinadas épocas y lugares, podamos encontrarlo en número apreciable, por lo que, de ser así, garantizaríamos una excelente jornada de pesca.
No es un pez típico de anzuelo, pero pica sin reparos a cualquier cebo blando que descanse sobre un lecho de arena.
A menudo lo encontramos semienterrado, perfectamente camuflado en el arenal. Lo delata su forma ovalada que sobresale ligeramente, y sus ojos, estos claramente destacados, sobre el cuerpo. Su inmovilidad aumenta durante las horas de más luz, pues el lenguado es de hábitos mayoritariamente nocturnos.
Es objeto de una encarnizada pesca comercial, aunque existen muchas formas deportivas de capturarlos. Para el pescador submarino ofrecerá un blanco inmóvil y seguro. El problema suele ser verlos, pues podemos pasar varias veces por encima y no descubrir su característica forma oval.
Su dieta es estrictamente carnívora, e incluye pequeños crustáceos, pero sobre todo anélidos. Todos le gustan: gusana coreana, americana, de serrín, de coco, etc.
Es un cazador que espera camuflado a sus víctimas, por lo que su picada será decidida e inequívoca.
Lo más habitual para el aficionado deportivo es pescarlo al sur casting. También podremos capturarlo con unas simples gafas de bucear y un arpón, recorriendo las aguas poco profundas de la playa en verano, hasta dar con un lenguado.
Se reproduce durante los meses invernales y sus huevos son pelágicos.
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